BITACORA
En esta clase el profesor nos entrego el parcial a cada uno, despues hablamos de los proyectos que cada alumno tiene que hacer al terminar el semestre, como la mayoria de alumnos tienen el proyecto de los gps al cual yo no asisti, entonces me toco hacer un proyecto aparte. Con mi compañero decidimos hacer un proyecto de un amplificador en el cual toca entregarlo antes de finalizar semestre.
Despues el profesor sigo con lo que faltaba del tema de logica, que era el ciclo mientras y el ciclo para. Nos explico muy bien el tema paso a paso que se debe hacer para que se de bien las cosas, acontinuacion el profesor nos dejo un ejercicio por hacer en la cual lo hicimos en el otro salon que queda en el ultimo piso.
LA NASA DESCUBRE NUEVOS SECRETOS DE LA LUNA
Casi un año después de anunciar el descubrimiento de moléculas de agua en la Luna, la NASA reveló hoy los resultados del análisis del suelo lunar tras la misión del cohete Centauro y la sonda LCROSS.
El cohete fue estrellado en el interior del cráter Cabeus, ubicado en el Polo Sur de la Luna, la zona ensombrecida y una de las más frías del satélite natural terrestre. Se envió al cráter una sonda, para analizar los restos de polvo y vapor que levantó el impacto.
Además de confirmar que la Luna alberga agua en forma de cristales de hielo puro, los científicos se han sorprendido por la riqueza de materiales útiles y porque el satélite terrestre es químicamente activo.
El grupo formado por Anthony Colaprete, científico de LCROSS, y sus colegas analizaron los datos de los espectrómetros de infrarrojo y ultravioleta visible a bordo de la sonda que sugieren que fueron expulsados del cráter alrededor de 155 kilogramos de vapor de agua y hielo hacia el campo de visión del LCROSS.
En su estudio calculan que aproximadamente el 5,6 por ciento del total de la masa dentro del cráter de Cabeus podría atribuirse sólo a hielo.
Los investigadores también revelan la detección de otros compuestos volátiles en la columna de escombro durante los pocos segundos en que fue visible a la sonda espacial, incluyendo un número de hidrocarburos ligeros, dióxido de carbono, mercurio y pequeñas dosis de calcio y magnesio en forma gaseosa.
Estos hallazgos, son importantes para el estudio de futuras expediciones y una posible base del hombre en la Luna, ya que el descubrimiento de agua y otros recursos puede reducir la necesidad de transportarlos desde la Tierra.
Por otra parte, la detección de mercurio en el suelo en aproximadamente la misma abundancia que el agua detectada puede presentar un desafío para la exploración humana, por su toxicidad, indicó Kurt Retherford, miembro del equipo de Lyman Alpha Mapping Project (LAMP).
El geólogo Peter Schultz y sus colegas de la Brown University, que siguieron las distintas etapas del impacto y la columna de escombro resultante, indican que el impacto del cohete creó un cráter de entre 25 y 30 metros.
Indican además que entre 4.000 y 6.000 kilos de escombro, polvo y vapor fueron expulsados del oscuro cráter y hacia el campo de visión de la sonda que estaba iluminada por el sol, lo que ha permitido saber que el suelo y el subsuelo lunar es más complejo de lo que se creía.
La variedad de compuestos volátiles detectados da a los científicos pistas de dónde vienen y cómo llegaron a formarse los cráteres polares, muchos de los cuales no han visto la luz solar durante miles de millones de años y se encuentran entre los lugares más fríos en el sistema solar.
Los astronautas que participaron en las misiones Apolo de la NASA encontraron pequeñas cantidades de plata y partículas de oro, en el lado de la Luna más próximo a la Tierra.
Sin embargo, la concentración detectada no es tan grande como para poder extraer plata de ahí, pero muestra la diversidad del suelo lunar.
Además de confirmar que la Luna alberga agua en forma de cristales de hielo puro, los científicos se han sorprendido por la riqueza de materiales útiles y porque el satélite terrestre es químicamente activo.
El grupo formado por Anthony Colaprete, científico de LCROSS, y sus colegas analizaron los datos de los espectrómetros de infrarrojo y ultravioleta visible a bordo de la sonda que sugieren que fueron expulsados del cráter alrededor de 155 kilogramos de vapor de agua y hielo hacia el campo de visión del LCROSS.
En su estudio calculan que aproximadamente el 5,6 por ciento del total de la masa dentro del cráter de Cabeus podría atribuirse sólo a hielo.
Los investigadores también revelan la detección de otros compuestos volátiles en la columna de escombro durante los pocos segundos en que fue visible a la sonda espacial, incluyendo un número de hidrocarburos ligeros, dióxido de carbono, mercurio y pequeñas dosis de calcio y magnesio en forma gaseosa.
Estos hallazgos, son importantes para el estudio de futuras expediciones y una posible base del hombre en la Luna, ya que el descubrimiento de agua y otros recursos puede reducir la necesidad de transportarlos desde la Tierra.
Por otra parte, la detección de mercurio en el suelo en aproximadamente la misma abundancia que el agua detectada puede presentar un desafío para la exploración humana, por su toxicidad, indicó Kurt Retherford, miembro del equipo de Lyman Alpha Mapping Project (LAMP).
El geólogo Peter Schultz y sus colegas de la Brown University, que siguieron las distintas etapas del impacto y la columna de escombro resultante, indican que el impacto del cohete creó un cráter de entre 25 y 30 metros.
Indican además que entre 4.000 y 6.000 kilos de escombro, polvo y vapor fueron expulsados del oscuro cráter y hacia el campo de visión de la sonda que estaba iluminada por el sol, lo que ha permitido saber que el suelo y el subsuelo lunar es más complejo de lo que se creía.
La variedad de compuestos volátiles detectados da a los científicos pistas de dónde vienen y cómo llegaron a formarse los cráteres polares, muchos de los cuales no han visto la luz solar durante miles de millones de años y se encuentran entre los lugares más fríos en el sistema solar.
Los astronautas que participaron en las misiones Apolo de la NASA encontraron pequeñas cantidades de plata y partículas de oro, en el lado de la Luna más próximo a la Tierra.
Sin embargo, la concentración detectada no es tan grande como para poder extraer plata de ahí, pero muestra la diversidad del suelo lunar.
ELEVEAN 2 KILOMETROS LA ALTURA DE LA ORBITA DE LA ESTACION ESPACIAL
La altura media de la órbita de la EEI fue elevada con ayuda de los propulsores del carguero ruso Progress M-07M, adosado a la plataforma, según informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.
Según precisó un portavoz a la agencia Interfax, tras la maniobra "la altura media de la órbita de la estación es de 356 kilómetros por encima de la Tierra". Agregó que los motores, que funcionaron durante 526 segundos, aumentaron la velocidad de vuelo de la estación en 1,2 metros por segundo.
La corrección de la órbita se llevó a cabo con el fin de garantizar las condiciones óptimas para el regreso a la Tierra el 24 de este mes de la nave tripulada Soyuz TMA-18, así como para el acoplamiento de la Soyuz TMA-01M, previsto para el 10 de octubre.
El mes que viene se llevará a cabo una nueva corrección de la órbita con ayuda de la nave de carga de cara al enganche el próximo 30 de octubre del carguero Progress M-08M y del transbordador Discovery el 3 de noviembre. Habitualmente la altura promedio de la EEI oscila entre los 360 y los 330 kilómetros. Pero la plataforma pierde entre 100 y 150 metros de altura cada día debido a la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores, lo que obliga a corregir de manera periódica su órbita.
La actual tripulación del laboratorio espacial está integrada por los cosmonautas rusos Alexandr Skvortsov, Fiódor Yurchijin y Mijaíl Kornienko y los astronautas estadounidenses Doug Wheelock, Shannon Walker y Tracy Caldwell.
La corrección de la órbita se llevó a cabo con el fin de garantizar las condiciones óptimas para el regreso a la Tierra el 24 de este mes de la nave tripulada Soyuz TMA-18, así como para el acoplamiento de la Soyuz TMA-01M, previsto para el 10 de octubre.
El mes que viene se llevará a cabo una nueva corrección de la órbita con ayuda de la nave de carga de cara al enganche el próximo 30 de octubre del carguero Progress M-08M y del transbordador Discovery el 3 de noviembre. Habitualmente la altura promedio de la EEI oscila entre los 360 y los 330 kilómetros. Pero la plataforma pierde entre 100 y 150 metros de altura cada día debido a la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores, lo que obliga a corregir de manera periódica su órbita.
La actual tripulación del laboratorio espacial está integrada por los cosmonautas rusos Alexandr Skvortsov, Fiódor Yurchijin y Mijaíl Kornienko y los astronautas estadounidenses Doug Wheelock, Shannon Walker y Tracy Caldwell.
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